Valentino es el epítome de la elegancia, el buen gusto y el diseño. Su aporte a la moda va más allá de cualquier diseñador en la actualidad. Su vida completa es moda, es glamour, es darle a la mujer esa presencia impactante que logra con sus vestidos al resaltar la femineidad, acoplando perfectamente texturas, colores y cortes. Su recorrido a través de décadas de inagotable talento lo ha llevado desde su adolescencia en la escuela de Voghera en Lombardía, Italia, hasta su retiro en un histórico desfile en París, el 23 de enero de 2008.

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No fue hasta 1959 cuando Valentino Garavani montó su propio negocio en la Via Condotti, en Roma, en una urbe con la que ha mantenido una estrecha relación. En su juventud pasó por diferentes casas de moda donde logró afianzar sus conocimientos. Jacques Fath, Valenciaga y Jean Desses, sirvieron de maestros e inspiración en sus primeros momentos, donde su genialidad comenzaba a brotar con un talento que lo llevaría hasta el siglo XXI y lo consagraría como uno de los diseñadores de modas más prestigiosos de todos los tiempos.

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Si tomamos en cuenta que Valentino nació en 1932, eso nos lleva a visualizar que ha estado presente en lo mejor de la moda del siglo XX y del XXI, vistiendo a las personalidades más variadas y testas coronadas europeas donde resaltan: Jacqueline de Ribes, Marie-Hélène de Rothschild, Elizabeth Taylor, Sophia Loren, Audrey Hepburn, Nancy Reagan, Gwyneth Paltrow, Rania de Jordania. Julia Roberts, Jacqueline Kennedy Onassis, Anne Hathaway, Jennifer Lopez, Máxima Zorreguieta, Marie-Chantal de Grecia y Dinamarca, Courtney Cox, Sibilla de Luxemburgo, Clotilde de Saboya, Claudia Schiffer, entre otras.

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Valentino Garavani supervisa cada diseño y corte en sus desfiles privados para cada colección. Sus modistas son conocedoras de la alta costura y ninguna utiliza una máquina de coser. De hecho, no hay máquinas de coser en el taller de Valentino, todo es hecho a mano siguiendo los más rigurosos controles de calidad que convierten a cada pieza en un vestido único y exquisitamente elaborado; tanto por dentro como por fuera. Si usted toma en sus manos un vestido de Valentino y lo voltea al revés, notará que su acabado es tan bello como por fuera. Una obra de arte hecha a mano por artesanas italianas y de otras partes del mundo que hacen carrera en tan prestigioso taller.

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En 1998, cuando Valentino vendió su empresa, causó un revuelo mundial que parecía predecir su retiro. Sin embargo,él siguió dirigiéndola y trabajando como siempre en su emblemático taller de Roma; preparando una tras una sus fabulosas colecciones. No sería hasta 10 años después, en 2008, que anunciara su retiro. Es válido recordar que aún, en pleno 2017, sigue teniendo una presencia extraordinaria a sus 84 años.

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Valentino es un hombre impecable. Con una presencia que combina su elegante vestir y un bronceado perfecto que lo hace lucir siempre conservador y moderno, está rodeado siempre de sus adorables perros Pug entre sus casas de Italia y Francia. Cuando se puede, disfruta recorrer el  Mediterráneo en su majestuoso yate y se rodea siempre por su infatigable amigo y socio Giancarlo Giammetti, un estudiante de arquitectura que en los años 50 lo dejaría todo para seguirlo y apoyarlo hasta hoy en día.

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Actualmente, Valentino es una marca mundial que comercializa no solo alta costura sino también accesorios, bolsos, ropa masculina y perfumes, entre muchas cosas más. Sin embargo, la magia de los vestidos hechos a la medida siguen siendo una parte importante dentro del negocio, así como la asesoría de Valentino, que a pesar de su retiro, sigue involucrad. Y cómo no estarlo si ha cosechado la amistad de innumerables personalidades que le siguen y acompañan en cada oportunidad que se presenta. Hoy, más que nunca, la difusión de su obra a través de los medios digitales, lo hacen cada día más vigente.

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Cuántas mujeres han soñado con ir al altar exquisitamente ataviadas en un traje de novias de Valentino o lucir uno de sus flamantes vestidos color rojo, el color emblemático del diseñador. Todo indica que será posible en el tiempo con una casa de modas que se reinventa y se ajusta a las nuevas tendencias de hoy sin descuidar al refinamiento, la exquisitez y el glamour que lo ha caracterizado desde que en su adolescencia, descubriera que quería ser diseñador de modas

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