Tomar la decisión de emigrar y dejar todo lo que hasta ese momento formo parte de tu vida es una decisión nada fácil pero que cuando la tomas y se concreta impacta en tu ser por el resto de tu vida. Al pasar los años ya no eres de tu país pero tampoco eres del país que te acogió. Es una situación extraña y que lo hace a uno más sensitivo para percibir detalles de la vida que tal ves antes pasaban desapercibidos, pues tus sentidos parecieran abrirse como antenas en búsqueda de señales que orienten tu camino, tus acciones y por ende tu futuro, en un lugar que posiblemente no sabias que se convertiría en tu hogar. Ese vivir el presente en soledad paso tras paso va marcando tu destino, hasta que en algún momento la muerte te alcanza y te dice ha llegado el momento de partir nuevamente. Y es en soledad porque aunque estés rodeado de tus seres queridos y tus recuerdos más preciados son decisiones que se toman a solas y en comunión directa con Dios.

‍

Ser inmigrante ya de por si no es fácil pero si a eso le sumas que eres venezolano de origen y que el gobierno que debía proteger tus derechos te los cercena y utiliza su poder para perseguir y hacerle daño a sus ciudadanos donde quieran que estén, entonces lo convierte de algo no muy fácil a algo mas complicado. Hace uso días ley con detenimiento parte de la recomendación que el embajador de Venezuela ante la OEA Roy Chaderton le daba al canciller Nicolas Maduro “Se me ocurre que podríamos responder con medidas que afecten al Estado de la Florida y siembren el caos entre nuestros enfebrecidos maiameros, pienso que perderían más que nosotros y de paso pondríamos en posición muy incómoda a la mafia cubano-americana”. Sugerencia que indujo al cierre del Consulado de Venezuela en Miami dejando a más de 250 mil venezolanos sin servicios consulares en los estados de La Florida, Georgia, North Carolina y South Carolina. Lo que incluye entre otras cosas la imposibilidad de renovar documentos de identidad y ejercer el derecho al voto. En fin, un acto mezquino y cruel que te recuerda el porqué tomaste la decisión de emigrar de tu país.

‍

Cuando pasan estas cosas lejos de amedrentarte te llenas de coraje y del valor de seguir adelante mientras labras tu propio destino en una búsqueda incesante de serena paz. Tenacidad es la palabra más apropiada para definir esa lucha permanente que dará como resultado algo que no sabes que es pero que si sabes será beneficioso para ti y para todos los que como tu continúan sin vacilar. Y tal vez eso fue lo que me hizo emocionarme con profundo respeto por la fotografía del presidente Barack Obama sentado en el mismo autobús que en 1955 una simple mujer negra de Montgomery, Alabama, pero con indestructible tenacidad llamada Rosa Park se transportó a la inmortalidad. Una imagen extraordinaria captada por el fotógrafo oficial de la Casa Blanca, Pete Souza. Una imagen que dice más que mil palabras y que pasará también a la historia por su carga emocional que transmite dentro de la paz que rodea el momento, una fuerza que lleva al futuro que todos queremos. Una imagen que une tres vidas en momentos históricos diferentes, Rosa Parks, Martin Luther King y Barack Obama, siento éste último producto de los derechos civiles que tanto los dos primeros defendieron hasta la firma de la Ley de los Derechos Civiles en 1964 y la Ley del Derecho al Voto un año después.

‍

“Me senté ahí un momento y reflexioné sobre el coraje y la tenacidad que forman parte de nuestra historia más reciente, pero que también es parte de la larga lista de personas, muchas veces anónimas, que casi nunca entraron en los libros de historia, pero que insistieron constantemente en su dignidad, en su apuesta por el sueño americano” nos dice el presidente Barack Obama. Para luego en su discurso en Michigan resaltar “Tienen el autobús en el que se sentó Rosa Parks. Hacen falta ciudadanos comunes para provocar el cambio, ciudadanos que estén comprometidos con la lucha y que sigan impulsando a este país a acercarse cada vez más a sus propios ideales”.

‍

En mi caso particular que siempre llevo a cuestas la incertidumbre de que pasará mañana en Venezuela, la mejor postura que como ciudadano debes tomar ante ese imperio del DAME es que no mendigues, no pidas, no implores al gobierno para que te de, para que te mantenga. Trabaja, estudia, supérate y verás como la luz de un mejor futuro te iluminará por siempre. No importa la edad, no importa la nacionalidad, no importa la raza. Solo el trabajo enaltece y te abre las puertas para un mejor futuro. Si no entiendes eso, entonces nunca serás más que un indigente que mendiga a los gobiernos de turno. El cambio está en ti, el futuro está en ti, solo tu determinarás que autobús debes tomar para llegar a tu destino.

‍